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LOMLOE: La Nueva Ley de Educación

  • Foto del escritor: Marina Duarte Romero
    Marina Duarte Romero
  • 30 dic 2020
  • 2 Min. de lectura

Actualizado: 28 ene 2021

Actualmente ya se encuentra aprobada, de cara a ponerse en marcha el próximo año, la nueva “Ley Educativa” de parte del gobierno de coalición actual. No obstante, esta ley (LOMLOE, también conocida como Ley Celaá, por el apellido de la actual ministra) sigue partiendo de la LOE, que se encuentra vigente pero modificada por la LOMCE, y establece cambios que, si bien han sido especialmente polémicos, personalmente considero que, a efectos prácticos, no desembocará en modificaciones especialmente significativas.

En esta entrada, con un objetivo divulgativo e informativo, voy a exponer algunos de esos puntos conflictivos a través del siguiente tablón explicativo:

Como ha quedado expuesto, algunas de las modificaciones que incluye este nuevo documento legal han sido sujetas a malinterpretaciones de mano de la prensa. Esto ha hecho que gran parte de la población se encuentre desinformada al respecto y arremetiesen de manera directa y sin contrastar los datos que recibían contra el actual ministerio de educación.


Si bien los efectos reales de la ley no serán palpables hasta bien entrado el curso siguiente a su puesta en vigor, hemos de ser conscientes de que los cambios que propone van a tener una dimensión bastante menor en comparación con el eco que se ha producido en los medios.

Debido a que el análisis de la efectividad de dicha ley no va a poder llevarse a cabo hasta, por lo menos el inicio del curso 2021-2022, no voy a proceder a defender a capa y espada este documento.

No obstante, me gustaría aludir a la peligrosidad de la desinformación actual fruto de la inmediatez característica de las redes sociales. Es crucial que, en especial atendiendo a aspectos de materia legislativa tan importantes como puede ser esta ley educativa, tratemos de ser sosegados y, antes de compartir las primeras noticias que nos lleguen, las hayamos contrastado con otros medios y, si es posible, a través de la lectura personal del documento al que se alude.


¿Y tú? ¿Qué opinión te merece todo este fenómeno en torno a la nueva legislación educativa?

No olvides comentar tus impresiones y, una vez más, muchas gracias por leerme.

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