Comparando opiniones
- Marina Duarte Romero
- 9 nov 2020
- 2 Min. de lectura
Actualizado: 28 ene 2021
En esta entrada me gustaría reflexionar en torno a las ideas principales extraídas del siguiente artículo de opinión publicado en El País escrito por Lola Pons: "En la clase de Lengua"
Este escrito refleja una postura bastante clara de la autora, donde resalta en numerosas ocasiones la necesidad de transmitir al alumnado una enseñanza real sobre el verdadero uso de la lengua. Alude a los contextos multilingües de la sociedad y a los numerosos canales de comunicación que existen, llamando a la enseñanza y el trabajo sobre todos ellos mediante un enfoque práctico y de inmersión.
Compara, de esta manera, el gran peso que se le compete a la enseñanza de tecnicismos de la lingüística o el metalenguaje frente al uso de la lengua.
En especial subraya, desde su perspectiva, lo inadecuado que es explicar a niños y niñas de menos de nueve años teoría de, por ejemplo, las definiciones de las distintas clases de palabras, ya que, acogiéndome a su escrito: "transmitir ese metalenguaje en edades cortas roba tiempo para lo fundamental: aprender a expresarse, a leer con gusto, a saber hablar en público...".
Conclusiones propias
Cuando me encuentro tan en sintonía con el contenido de este artículo, me parece especialmente complicado poder añadir o sacar conclusiones, pues por mí suscribiría el contenido casi en su totalidad.
No obstante sí que me gustaría resaltar que esta autora no trata de imponer que los contenidos teóricos gramaticales no sean útiles, pues para poder comprender determinados contenidos son necesarios. Sin embargo, el error realmente radica en dotarles de importancia primordial en etapas tan tempranas como la Educación Primaria, pues esto a efectos prácticos (y corroboro con mi propia experiencia) lo que produce es que se repita año tras año la misma teoría, desesperando tanto a alumnado como a profesores y profesoras, puesto que ninguno se explica cómo pueden tener problemas para aprender algo que se repite durante prácticamente todas las etapas educativas.
Es por ello que, ya que el conocimiento más teórico y racional alcanza su mayor desarrollo en edades superiores a los 12 años (según teóricos de la psicología del desarrollo, como Piaget, 1947), que equivale al periodo de Educación Secundaria, considero que un enfoque más práctico y tangible en la primera etapa de escolarización obligatoria del alumnado sería muy útil y podría obtener resultados especialmente buenos.
De esta manera trabajaremos la competencia comunicativa en su totalidad, no exclusivamente la lingüística como, a priori, puede parecer que se trabaja según el currículo y los libros de texto.
Bajo mi punto de vista, este aprendizaje más significativo para el alumnado, donde se sitúe como agente activo de su propio aprendizaje y pueda comprar lo que aprende con su entorno es el más efectivo y, sobre todo, con el que más disfrutan los niños y las niñas aprendiendo.
¿Qué opináis al respecto? ¿Vuestro pensamiento se encuentra en consonancia con Lola Pons o, por el contrario, consideráis más efectiva una educación más teórica?
¡No olvidéis comentar vuestras impresiones y opiniones!
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