¿Por qué y cómo se debe trabajar la comprensión auditiva?

Reflexionando acerca de mi experiencia como alumna soy consciente de que el trabajo de la comprensión auditiva en la clase de Lengua Castellana y Literatura era especialmente escaso, contrastando significativamente con las metodologías empleadas en materias de lenguas extranjeras tales como el inglés o el francés, donde las actividades de escucha eran bastante frecuentes (si no diarias), constituyendo una parte bastante alta de los contenidos trabajados.

Es por ello que la presente entrada tratará de dejar reflejada la importancia de una buena escucha y propondrá un esquema general en el que podemos basarnos para poder trabajar la comprensión auditiva en el área de Lengua que, como ya mencionaba, en múltiples ocasiones queda desplazada de aquellos contenidos principales impartidos en esta materia.

¿QUÉ ES ESCUCHAR?

En primer lugar nos planteamos qué es realmente escuchar y comprender lo que estamos oyendo. (Penny Ur, 1984; extraído de los apuntes de la asignatura)

Las personas escuchamos siempre con un objetivo determinado, ya sea para entender algo, poder disfrutar de ello o para compartirlo posteriormente con otros sujetos.

Cuando estamos escuchando algo o a alguien, no prestamos atención únicamente a las palabras que se emiten, sino también a los sonidos, los olores, los colores y otra información tanto auditiva como visual que podamos obtener de la comunicación no verbal. Además, un buen oyente podría caracterizarse por saber escuchar activamente al otro, así como dar una retroalimentación a aquello o a la persona que ha estado escuchando previamente. De igual manera, es importante aprender a diferenciar y situar el vocabulario empleado en contextos formales frente a los que presentan un carácter más coloquial.

“Escuchar es comprender el mensaje”

Al final, en lugar de posicionar la comprensión auditiva en nuestra programación como algo esencial, esta capacidad queda relegada a un papel más individual y doméstico, fruto de lo cotidiano de la acción. No obstante, que algo sea común en nuestro día a día no implica que no debamos recibir información y una educación apropiada al respecto. Por consiguiente, de la misma manera que aprendemos a hablar, debemos ser educados para ser buenos oyentes. Pero... ¿Cómo podemos enseñar esta capacidad? A continuación vamos a trabajar en torno a esta pregunta:

¿QUÉ ACTIVIDADES PODEMOS APLICAR AL AULA?

En las siguientes líneas voy a desarrollar un esquema que pretende constituir una guía para orientar al cuerpo docente a la hora de planificar o planear actividades de comprensión auditiva, ya que no nos encontramos tan familiarizados con el trabajo de la misma.

Las actividades han de contar con lo siguiente:

• Por qué: Los alumnos tienen que tener una razón para escuchar.

• Repeticiones: tienen que poder escuchar más de una vez, para centrarse en aspectos concretos.

• Comprensión: Deben formular de forma visible y observable su comprensión (escribiendo, anotando...).

• Soportes: trabajar la comprensión auditiva con todo tipo de soportes visuales: papel, notas, esquemas, dibujos, imágenes, powerpoint...

Los pasos de la actividad deben incluir una introducción del texto o del vídeo a trabajar (intentando relacionarlo con conocimientos previos del alumnado para incidir en una motivación que llame su atención), posteriormente presentar de manera clara lo que deberá realizar el alumno, llevar a cabo la actividad de escucha con tantas repeticiones como el alumnado considere (aunque no sería recomendable superar las tres escuchas por el riesgo de monotonía que conlleva) y por último debemos comparar las respuestas brindadas o las opiniones del estudiantado.

Elaboré, junto a unas compañeras, una actividad de esta índole planteada para 4º curso de Educación Primaria, a la que se puede acceder a través del siguiente enlace: https://docs.google.com/document/d/1WsYzs_BPAL1a2xGt1cVRrqWNTUfO7WsP4rLBjsUvm0I/edit?usp=sharing

Además, os invito a buscar más actividades o recursos digitales para llevar al aula en el apartado de "recursos didácticos" de este blog.

Tipología de actividades

Podemos trabajar mediante estos recursos distintas habilidades, desde aquellas mas específicas como la estructura o la comprensión de una frase, hasta habilidades más extensas como practicar la comprensión de discursos completos.

Podemos emplear múltiples actividades como pueden ser los juegos de comunicación como el conocido teléfono estropeado, dibujar bajo instrucciones ajenas un paisaje y compararlo con el original, completar un cuadro a partir de exposiciones orales de compañeros y compañeras, identificar errores o mentiras de un discurso oral...

En todas ellas la capacidad de escucha ha de estar presente para poder conducirles a conseguir finalizar la actividad de manera apropiada.

No obstante, no debemos dejar de lado las tecnologías y el empleo de distintos audios o vídeos que pueden servir de apoyo para trabajar todas estas habilidades. Para ello se podrán emplear tanto el sonido y el vídeo como solo uno de ellos y tratar de deducir el otro, o comparar algunas situaciones de vídeo.

Desde cualquier actividad que llevemos a cabo de comprensión auditiva posteriormente podríamos ampliar la docencia y abarcar con situaciones de escritura contextualizadas a raíz de el trabajo de escucha que se ha realizado en el aula.

¿Y tú, notado esta ausencia de la comprensión auditiva en tus clases de Lengua?

No olvides dejar tus comentarios, impresiones y opiniones respecto a la actividad propuesta en los comentarios.

¡Un saludo y hasta la próxima entrada!