¿Por qué y cómo se debe trabajar la comunicación oral?
- Marina Duarte Romero
- 24 dic 2020
- 6 Min. de lectura
Actualizado: 28 ene 2021
A diferencia de la entrada anterior referente a la comprensión auditiva, la comunicación oral se posiciona como un elemento que generalmente ocupa un lugar importante dentro de los contenidos impartidos en un aula. No obstante, ¿nos hemos preguntado alguna vez el por qué de su importancia?
Para ello es importante saber identificar el papel que nosotros mismos le brindamos o concedemos en nuestro día a día a la comunicación oral de las personas con las que nos relacionamos.
Para ello, hemos de reflexionar en torno a los prejuicios que, de manera inconsciente, se encuentran presentes en el tipo de habilidades orales que empleamos. De esta manera, y tras recopilar algunas reflexiones de compañeros y compañeras, tenemos que atender a:
Encasillar a las personas por su manera de hablar: creo que no es necesario destacar que la mayoría de veces que esto nos sucede no es algo que hagamos de manera intencionada, pero sí que es cierto que es algo bastante generalizado el reconocer como extraña la incorrecta adecuación al contexto, al registro empleado o simplemente el empleo de vocabulario improcedente.
Tu nivel comunicativo es directamente proporcional a tu posibilidad de tener éxito: Desde luego contamos con excepciones y, generalmente, este aspecto es un elemento potenciado más que ser un elemento determinante. No obstante, y partiendo del punto anterior, creo que todas las personas somos conscientes de que un buen nivel comunicativo y una buena adecuación en la conversación hará más sugerente el mensaje, determinando una eficaz consecución del objetivo principal (como por ejemplo llamar la atención o concienciar al respecto de la temática expuesta) y, de una manera u otra, será un aspecto favorable para el la reacción que el emisor haya querido crear en sus oyentes. Esto se puede contemplar de manera más concreta si analizamos entrevistas de trabajos, conferencias, seminarios u otros contextos formales que pueden ser especialmente relevantes para la autorrealización personal y profesional, estando bastante ligados a correcta comunicación y expresión.
¿Qué significa exactamente hablar bien?: Esta respuesta desde luego que es bastante compleja, aunque hay una decisión unánime que posiciona como elementos generalmente positivos para la comunicación el hablar con coherencia, el amplio registro comunicativo, un vocabulario extenso y variado, así como la poca rigidez a la hora de hablar. En definitiva contar con los recursos suficientes para poder adaptarnos a las distintas situaciones comunicativas o interlocutores a los que nos enfrentemos.
Como ya se podría suponer, el hablar "bien" es un aspecto algo subjetivo. cuyas normas imponen desde sectores sociales dirigentes. No obstante, esta capacidad contribuye muchas veces a la primera impresión que podamos causar, ya que está presente en multitud de acciones que podemos desarrollar en nuestro día a día, no sólo con nuestro círculo cercano sino también en ambientes laborales y formales.
Es por ello que debemos trabajarla para potenciar al máximo esta capacidad en nuestro alumnado y que no se sientan impedidos/as por este aspecto a la hora de querer comunicarse de manera efectiva.
De esta manera, la escuela no representa el papel crucial de tener que enseñar a hablar al alumnado. Sino que, esta junto a las familias (¡¡CASOS!!), tratará de trabajar situaciones de comunicación para hacer que esta habilidad de habla sea aplicada de la manera más óptima. Esto implica ampliar el caudal expresivo de los alumnos/as.
Trabajar y evaluar la comprensión oral nos permite detectar las carencias generales que pueden tener los educandos y medir su progreso para incidir en las dificultades que presenten, ya que al ser una habilidad instrumental, es crucial ya que les permitirá avanzar tanto en materias como en aspectos fuera del ámbito escolar.
Pero... siendo una actividad que conlleva tantas consideraciones... ¿Dónde deberíamos poner el énfasis los y las docentes?
Considero que es importante emplear la comunicación oral para poder expresar sentimentalidad y emocionalidad, así como realizar debates para poder practicar al escucha y sobre todo poder argumentar y recoger las ideas principales que uno posee, expresándolas de manera ordenada y comprensible; perder el miedo a poder expresarse frente a otras personas.
Las comunicaciones que no se trabajan fuera del aula (exposiciones, intervenciones formales, etc), implican un nivel de formalidad elevado, y a menudo el tema tiene un grado importante de abstracción. Es por ello que se deben tratar cambios de registros apropiados y expresiones que se puedan emplear en esos ámbitos.
El trabajo en el aula tanto con las actividades autogestionadas como con las plurigestionadas.
La profundización del trabajo gramatical y léxico, que debería enfocarse también para que revierta en la expresión oral (por supuesto en la expresión escrita pero que esté dirigido a q puedan usar ese caudal léxico)
¿Qué es más importante, la corrección o la fluidez?
Lo ideal sería obtener un equilibrio entre ambas, aunque considero que la fluidez se erige como un elemento prácticamente crucial, sobre todo por conseguir mantener la atención de los espectadores. De esta manera, por muy correcta que sea la exposición oral o el discurso, si se presenta poca fluidez en el habla, en las expresiones o en el hilo conductor, podemos provocar que el receptor del mensaje no capte de manera adecuada las intenciones principales.
Además, expresarse fluidamente implica consigo el desarrollo de otras habilidades tales como la iniciativa y la improvisación, que podrán ser empleadas en múltiples ámbitos.
En cualquier caso, como ya comentaba al inicio, debemos encontrar un balance entre ambas, sin olvidar que un exceso de corrección en aquellos fallos cometidos puede desembocar en una gran desmotivación por parte del alumnado.
A continuación, voy a presentar una serie de actividades o sugerencias didácticas que se podrán emplear para mejorar esta capacidad tal detallada a lo largo de la presente entrada.
Consideraciones didácticas
En primer lugar, es importante que, pese a que el orden deba estar presente en el aula, seamos conscientes de que para trabajar la comunicación oral el permanecer en silencio no es una opción. Esto implica que el alumnado para aprender a hablar, va a reír, elevar el tono de voz, equivocarse... es por ello que debemos incidir en el. respeto a los turnos de palabra, a mantener el orden... pero dentro de una horquilla que permita un desarrollo óptimo.
Como ya mencionaba en la entrada anterior que hacía referencia a la comprensión auditiva, todas las actividades que vayamos a llevar al aula han de seguir un plan didáctico coherente con un objetivo y contenidos concretos que han de abordarse y evaluarse.
Se presentan, por lo tanto, algunas ideas o técnicas para trabajar en el aula: la comunicación oral.
DRAMA
El alumnado proyectará su personalidad en el ejercicio. Sin requerir de preparación previa, se trabajará cómo reaccionarían frente a determinadas situaciones. Este tipo de ejercicios relacionan la lengua con la expresión corporal y, además, nos permitirá incidir y abordar las emociones, un aspecto que no debemos dejar de tratar entre las cuatro paredes de nuestra aula.
JUEGOS DE ROL
Siguiendo con la improvisación contamos con una de las técnicas que más calado puede llegar a tener, bajo mi punto de vista, en clase. Los juegos de rol generalmente definen la situación comunicativa y cada persona asumirá un rol o un papel que puede ser inventado y establecido previamente por el docente. Así, de manera orgánica, trataremos de representar las características del papel que interpretaremos dentro de un juego, una historia o un ambiente determinado.
Al contar con unas directrices tan amplia, este tipo de actividades permiten al docente trabajar tanto la interdisciplinariedad (al poder incorporar situaciones relacionadas con otras materias) como incidir en aquellos temas o características de un hablante que considere que han de mejorar. Además, es probable que se trabajen con prejuicios e ideas preconcebidas sobre algunos roles que pueden ser fácilmente desmentidos
JUEGOS LINGÜÍSTICOS
El concepto de Juego Lingüístico no deja de ser el más ambiguo pero, por consiguiente, el que más variedad de ejercicios puede contener. Desde juegos tradicionales como adivinanzas o trabalenguas a juegos de lógica tales como el Red Stories, o emplear dados con dibujos para elaborar una historia (que puede plasmarse de manera escrita, interpretada, oralmente...). Trataremos algunos juegos lingüísticos más en el apartado de recursos del blog... ¡No olvides pasarte!
Es importante, en cualquier caso, que al proponer una actividad la preparemos meticulosamente, presentemos unas instrucciones claras al alumnado y hacer un seguimiento de la misma. Además, habrá que evaluar la adquisición o no de determinados objetivos o competencias.
Este último punto suele ser uno de los más conflictivos, ya que en algunas ocasiones caemos en resaltar errores concretos en lugar de realizar un juicio global de su capacidad expresiva.
La manera que tengamos de evaluar dependerá principalmente de las actividades que llevemos a cabo en el aula y del enfoque metodológico que queramos emplear.
Aunque, bajo mi punto de vista (aún en formación), considero que tenemos que retroalimentar a nuestro alumnado con criterios que no le hagan sentirse juzgado por la corrección. Es por ello que debemos no únicamente resaltar los aspectos favorables del progreso del alumnado, sino también incidir en la naturalidad del error.
¿Y vosotros/as, lectores? ¿Habéis probado alguna de estas actividades en tu aula? ¿Y qué criterios de corrección consideráis más oportunos?
No olvides comentar acerca de lo que te ha parecido la entrada y tu respuesta a estas preguntas.
¡Hasta la próxima!
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